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La redacción y el posicionamiento SEO

Posicionamiento SEO es un concepto que retumba en la cabeza de todo periodista digital. Los especialistas en informática y las empresas de contenidos digitales consideran que los textos que no respetan las normas del posicionamiento no sirven; los redactores, en cambio, nos enfrentamos a la encrucijada de escribir para que un robot encuentre nuestro trabajo… pero sin olvidarnos que los lectores siempre serán hombres y mujeres de carne y hueso.

SEO es Search Engine Optimization: Optimización para Motores de Búsqueda. La redacción SEO, por lo tanto, consiste en escribir utilizando ciertas técnicas para que los buscadores de Internet (en rigor, Google) sitúe nuestro artículo dentro de las primeras posiciones de su página de resultados según la búsqueda del internauta.

Por ejemplo: de acuerdo a los criterios SEO, la noticia sobre la muerte de Michael Jackson debería titularse “Muere Michael Jackson” o “Michael Jackson fallece a los 50 años”. Se trata de títulos que incluyen las palabras que podría buscar el interesado en acceder a la noticia. En cambio, “La música de pop está de luto” o “El adiós de un genio problemático” son títulos más poéticos y seguramente más interesantes para cualquier lector, pero inadecuados para el robot de las búsquedas.

Google es el amo y señor de la Web. Lo que Google no encuentra, pareciera que no existe. Por eso las redes de blogs y los portales se desesperan para que sus redactores respeten el posicionamiento SEO: mejor posición en Google = más visitas = más ingresos por publicidad. Abundan, por lo tanto, los artículos mal escritos y sin ningún estilo (repetición constante de palabras, mala organización de la información, etc.), con títulos que nunca serían aprobados por un medio de comunicación serio. ¿Qué periodista profesional realizaría una crónica sobre las playas del Caribe y la titularía “Caribe. Las mejores playas, fotos” o “Ofertas: viajar al Caribe. Precios, paquetes”? ¿Alguien encontró una nota con ese título en un periódico o una revista de prestigio?

La conclusión es que escribir sólo para Google es una técnica para atraer lectores… que nunca regresarán al portal o al blog. Nadie quiere leer textos mal escritos. La información basura no es apreciada.

No se trata, claro, de desconocer la importancia de la optimización. Los medios digitales tienen sus reglas y sería necio minimizarlas. Incluir enlaces relacionados, etiquetar los artículos con palabras clave o promover los contenidos en directorios y foros son tareas que ayudan al posicionamiento y que no inciden en la calidad de redacción. El redactor tendrá que enfrentarse al desafío de encontrar un equilibrio justo entre el buscador y el lector; de lo contrario, cederá a la tentación de escribir mal y a conciencia para la supuesta satisfacción del Dios robot.

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Día del Periodista en Argentina

¿Cuándo se celebra? El 7 de junio
¿Por qué? Porque el 7 de junio de 1810 se fundó La Gazeta de Buenos Ayres, el primer periódico de la Argentina (casi) independiente. El creador de aquel semanario fue Mariano Moreno y entre sus redactores también se encontraban Manuel Belgrano y Juan José Castelli.
¿Quién lo estableció? El Primer Congreso Nacional de Periodistas, reunido en la provincia de Córdoba en 1938.

Mariano Moreno era periodista, pero también abogado y político. Fue secretario de la Primera Junta de Gobierno y uno de los revolucionarios más decididos en la lucha por la independencia argentina.

Moreno, como pocos, era conciente de la importancia de formar a los ciudadanos para que éstos puedan ser actores de la vida política y social y no simples espectadores. Por eso fundó La Gazeta de Buenos Ayres (apenas trece días después del establecimiento de la Primera Junta) y fue uno de los impulsores de la Biblioteca Nacional.

La Gazeta de Buenos Ayres respondía a sus propios intereses (la defensa del primer gobierno patrio), al igual que los medios actuales. Pero no lo ocultaba. Moreno escribía en la primera edición del periódico:

El pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes, y el honor de éstos se interesa en que todos conozcan la execración con que miran aquellas reservas y misterios inventados por el poder para cubrir los delitos.

En la tercera edición de la gaceta, Moreno se pregunta:

¿No sería la obra más acepta a la humanidad, porque la pondría a cubierto de la opresora esclavitud de sus preocupaciones, el dar ensanche y libertad a los escritores públicos para que las atacasen a viva fuerza, y sin compasión alguna? (…)

Desengañémonos al fin que los pueblos yacerán en el embrutecimiento más vergonzoso, si no se da una absoluta franquicia y libertad para hablar en todo asunto que no se oponga en modo alguno a las verdades santas de nuestra augusta religión, y a las determinaciones del gobierno, siempre dignas de nuestro mayor respeto. (…)

Seamos, una vez, menos partidarios de nuestras envejecidas opiniones; tengamos menos amor propio; dése acceso a la verdad y a la introducción de las luces y de la ilustración: no se reprima la inocente libertad de pensar en asuntos del interés universal.

Moreno ya hablaba de libertad de prensa en 1810, aunque con ciertas salvedades (prohibido ofender a la moral y al gobierno). Casi doscientos años después, esa libertad todavía es frágil, con presiones, intimidaciones, ataques y atentados a los periodistas que dicen lo que algunos creen que no hay que decir.

Feliz día a todos los periodistas que ejercen su trabajo con pasión y compromiso.



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Por Julián Pérez Porto.
Periodista freelance, co-fundador de la agencia TodoPress. Cuenta con experiencia en medios gráficos, digitales y radiales. También trabajó en áreas de Prensa de varias empresas tecnológicas y como analista de medios.